El toner es un producto básico dentro de una rutina de cuidados del rostro. Ayuda a mantener una apariencia de lo más saludable, al igual que conserva el bienestar de la piel al restablecer su equilibrio.
Cuando hablamos de tónicos faciales, nos referimos más que nada a un tratamiento que se encuentra al alcance de todas, debido a que los beneficios que podría costarte una salida a un spa puedes obtenerlos con un toner de buena calidad.
Un tónico facial te ayuda al restablecimiento del pH de la piel, cerrar los poros y preparar la piel para una hidratación después de limpiar.
El tónico facial se utiliza después de la limpieza y antes del paso de la aplicación de la crema. Podría decirse que es el paso número 2 en el orden de la rutina de skin care.
Durante esta, es aconsejable esperar a que el cutis esté lo suficientemente seco antes de colocar el tónico, una vez que fue limpiado, para que esté en las mejores condiciones de recibir las propiedades del toner.
Lo mismo sucede cuando el tónico ya fue aplicado, pues hay que dejar pasar unos minutos para que todos los componentes puedan aprovecharse al máximo.
Si puedes colocar el toner después de un exfoliante, obtendrás resultados todavía mejores, debido a que habrás eliminado cualquier impureza y restos de piel muerta. De este modo, preparas tu cutis para recibir los beneficios de los tónicos.
Sobre cómo colocarlo, hay variedad de formas. Independientemente si es con un accesorio o tus manos, debes asegurarte de que estén limpios, así evitas infecciones e impurezas.
Puedes distribuir el producto con ayuda de un algodón o dando ligeros toquecitos con tus dedos, de manera que vayas haciendo movimientos circulares como si se tratara de masajes. Algunas presentaciones de tónicos vienen tipo spray, por lo que el rocío es fácil de aplicar en el rostro.